Una reportera fue invitada por un renombrado cirujano a contemplar la difícil operación que iba a realizar.
Mientras el cirujano llevaba a cabo los preparativos necesarios para la operación, parecía confiado, pero un poco nervioso. Luego, emprendiendo el camino hacia el quirófano, se detuvo un momento e inclinó la cabeza (mientras hacía una breve oración en su interior).
Más tarde durante la operación, sus manos se veían sin nervios … se veían tranquilas …
La reportera expresó su sorpresa de que un cirujano elevara una oración antes de la cirujía y dijo: Yo creía que un cirujano confiaba en su propia capacidad.
¡¡ Un cirujano es solamente un hombre !!, fue la contestación del médico. No puede hacer milagros por sí mismo. Estoy seguro de que la ciencia no podría haber avanzado tanto, si no fuera por algo más fuerte que el solo hombre.
Y después terminó el cirujano diciendo:
¡Me siento tan cerca de Dios cuando estoy operando!
Dice la Biblia en el libro de Jeremías 17:7,8: "Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua,que junto a la corriente echa raíces;cuando llegue el estío no lo sentirá,su hoja estará verde;en un año de sequía no se inquieta,no deja de dar fruto."